Descubre el Yoga: un viaje hacia la transformación
Antes de iniciar un largo viaje, vale la pena prepararse . La tradición nos enseña sobre los objetivos que podemos alcanzar y los obstáculos a los que nos deberemos de enfrentar.
La tradición más arraigada del Yoga nos ofrece una perspectiva profunda antes de aprender cualquier técnica. Habla sobre su propósito, sus objetivos , los fundamentos necesarios para una práctica sólida y los desafíos que nos encontraremos en nuestro camino espiritual.
Definir el Yoga es un desafío, dado que ha evolucionado a lo largo de 5000 años.
Ha sido una fuente de inspiración para diversas culturas y filosofías a lo largo de la historia, y ha influido en su desarrollo de manera significativa. Generado relaciones de colaboración mutua entre diferentes tradiciones, visiones ,culturas y filosofías.
Es importante definir el Yoga desde la tradición. Pero debemos tomar conciencia de la importancia de nuestra realidad actual. Desde una perspectiva contemporánea, integrando su riqueza histórica con las necesidades y comprensiones actuales de quienes lo practican.
El Yoga es uno de los seis darshanas, o sistemas filosóficos ortodoxos del hinduismo, estrechamente vinculado con el Samkhya. Combinan la metafísica con la práctica, la investigación sobre la realidad y la contemplación mística. Su propósito es ayudarnos a ver la realidad con mayor claridad, proporcionándonos una perspectiva nueva y diferente sobre nuestro entorno y nuestras experiencias en cada situación.
El Yoga actúa de espejo, donde podemos reflexionar sobre nosotros mismos. Cada vez que practicamos âsana (postura), realizamos prāṇāyāma (control de la respiración) o nos sumergimos en dhyāna (meditación), podemos percibir la tensión muscular, la ansiedad emocional o la dispersión mental.
Es esencial atender a nuestros sentidos y superar las limitaciones impuestas y explorarnos más allá de nuestra comprensión convencional.
La palabra Yoga viene de la raiz de “yug” que significa, entre otros, atar, uncir, unión, medio, magia, etc.
La posibilidad de trabajar de manera integral, abordando el cuerpo, la mente y el alma a través de herramientas posturales, respiratorias y energéticas, tiene el potencial de promover la concentración, la meditación y la relajación. Este enfoque facilita una integración más completa de todos los aspectos de nuestro ser y nos permite profundizar en una mayor armonía interior y exterior.
Es necesario in en busca de esta unión en un mundo donde la desconexión y el estrés son cada vez más comunes. La práctica de técnicas que abarcan todos los aspectos de nuestro ser nos ayuda a encontrar equilibrio, claridad y paz interior en medio de las demandas y desafíos de la vida moderna. La búsqueda de esta integración es un camino hacia una vida más plena y satisfactoria, donde podemos experimentar una conexión más profunda con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Es verdad que el Yoga representa un estado especial de unión y trascendencia, pero no debemos olvidar que este camino está marcado por etapas, avances y dificultades.
Cada paso que damos nos acerca un poco más a la realización de nosotros mismos y a la conexión con lo divino. Es un viaje lleno de aprendizaje, crecimiento y transformación, donde la experiencia personal y la sabiduría interior son las guías más importantes.
Lo inaudito del mensaje del Yoga es que nos dice: nada es imposible, siempre y cuando vayas poco a poco, respetando tuslímites.
No importa cuánto tiempo lleves, lo fundamental e importante es el proceso. Lo crucial es comprender que partimos desde un punto, nuestro momento presente, que podemos desarrollar. Somos como el proceso de la mariposa dentro del gusano, y el Yoga es el proceso de la crisálida por el que inevitablemente debemos atravesar.
La práctica intensa y constante del Yoga nos ayuda a liberar y purificar tanto el cuerpo como la mente, permitiendo que la energía fluya libremente y que la conciencia se expanda. Es un proceso profundo y transformador que nos lleva hacia un estado de equilibrio, armonía y plenitud interior.
Con el cuerpo y la mente purificados, nuestra percepción de la realidad comienza a volverse más clara. Se dice que la realidad está oculta detrás de numerosas capas.
Vivimos en la periferia de la realidad y para comprenderla plenamente, necesitamos apartar las tendencias de nuestro temperamento, los entresijos de nuestro carácter y los pliegues de nuestra personalidad. Esto no es fácil, estamos enredados en nuestra propia existencia y escapar de ellos resulta complicado.
En su esencia, el Yoga es una metodología precisa y estructurada para desnudar la realidad. Primero purificamos nuestro cuerpo y nuestra mente, y luego utilizamos la discriminación para penetrar en lo ilusorio. A través de esta práctica, alcanzamos una comprensión más profunda de la realidad y podemos vivir en armonía con ella.
El Yoga representa un compromiso inteligente con la vida. Las acciones deben estar libres de ego, apego y miedo, pero rara vez ocurren de forma aislada.
La sincronización de nuestras acciones requiere autoescucha y un corazón compasivo. El Yoga nos guía a simplificar nuestras acciones después de liberarnos de la codicia y la avaricia. Así, cada acción se desenvuelve sin ser perseguida por la anterior o la siguiente, permitiendo tiempo y ritmo para los procesos.
Además, nos anima a pensar de manera global y actuar, evitando caer en extremos y manteniendo un equilibrio. Es un llamado a integrar la sabiduría y la acción de manera armoniosa en nuestra vida diaria.
El amor devocional va más allá de cantar, hacer ofrendas y recitar plegarias; es un diálogo íntimo entre nuestro ser limitado y nuestra conciencia más elevada, entre tú y la esencia divina. Entre tu y el universo que nos rodea.
Esta relación íntima con lo sagrado nos lleva a adoptar una actitud de celebración hacia la vida. Reconocemos que la vida no es algo que poseemos o manipulamos, sino un regalo que se nos otorga. Agradecer cada mañana, cada relación y cada situación como una oportunidad para manifestar la vida consciente que nos atraviesa es un regalo incalculable. Con esa actitud de gratitud, tenemos todo lo que necesitamos.
Siempre hemos intuido que el Yoga se dirige a la liberación de todos nuestros condicionamientos. Podríamos ser espontáneos, desinhibidos y plenamente conscientes si no estuviéramos atados a las necesidades y los miedos de la existencia.
Comprender nuestros condicionamientos, deshaciéndonos de las limitaciones que nos impiden vivir de manera auténtica y plena. Es un camino hacia la libertad interior y la realización de nuestro potencial más elevado.
A través de la práctica aprendemos a observar nuestros pensamientos y emociones sin identificarnos con ellos. Nos capacitamos para responder de manera consciente en lugar de reaccionar automáticamente, lo que nos lleva hacia una mayor libertad interior y la realización de nuestra verdadera naturaleza.
Moksha (liberación) es el destino de nuestro viaje, salir de la rueda de sufrimiento y deseo, salir del movimiento incesante de la mente hasta alcanzar la paz.
OM SHANTI
Mertxe